EN BUSCA DE LA POESÍA PURA
1. Observa estos tres poemas y trata de ordenarlos cronológicamente de acuerdo con el proceso de depuración al que Juan Ramón sometió a su poesía. Te recuerdo algunas de sus características:
- Va prescindiendo de los adornos literarios.
- Se encamina hacia una poesía de ideas, buscando llegar a la esencia de las cosas.
- Adopta el verso libre.
- Sus poemas se van haciendo más breves hasta llegar a escribirlos en pocas líneas, en forma de prosa.
¡Intelijencia, dame el nombre exacto de las cosas!
... Que mi palabra sea la cosa misma creada por mi alma nuevamente.
Que por mí vayan todos los que no las conocen, a las cosas;
que por mí vayan todos los que ya las olvidan, a las cosas;
que por mí vayan todos los mismos que las aman, a las cosas...
¡Intelijencia, dame el nombre exacto, y tuyo, y suyo, y mío, de las cosas!
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LUZ TÚ Luz vertical, luz tú; alta luz tú, luz oro; luz vibrante, luz tú. Y yo la negra, ciega, sorda, muda sombra horizontal.
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ADOLESCENCIA En el balcón, un instante nos quedamos los dos solos. Desde la dulce mañana de aquel día, éramos novios.
El paisaje soñoliento dormía sus vagos tonos, bajo el cielo gris y rosa del crepúsculo de otoño.
Le dije que iba a besarla; bajó, serena, los ojos y me ofreció sus mejillas, como quien pierde un tesoro.
Caían las hojas muertas, en el jardín silencioso, y en el aire erraba aún un perfume de heliotropos.
No se atrevía a mirarme; le dije que éramos novios, ...y las lágrimas rodaron de sus ojos melancólicos.
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2. Vamos a leer con atención el poema La
carbonerilla quemada
En la siesta de julio, ascua violenta y ciega, prendió el horno las ropas de la niña. La arena
quemaba cual con fiebre; dolían las cigarras;
el cielo era igual que de plata calcinada.
...Con la tarde, volvió –¡anda, potro!– la madre.
El pinar se reía. El cielo era de esmalte
violeta. La brisa renovaba la vida...
La niña, rosa y negra, moría en carne viva.
Todo le lastimaba. El roce de los besos,
el roce de los ojos, el aire alegre y bello:
— «Mare, me jeché arena zobre la quemaúra.
Te yamé, te yamé dejde er camino... ¡Nunca
ejtubo ejto tan zolo! Laj yama me comían,
mare, y yo te yamaba, y tú nunca benía!»
Por el camino –¡largo! –, sobre el potrillo rojo,
murió la niña. Abiertos, espantados, sus ojos
eran como raíces secas de las estrellas.
La brisa jugueteaba, ensombrecida y fresca.
Corría el agua por el lado del camino.
Ondulaba la hierba. Trotaban los pollinos,
oyendo ya los gritos de los niños del pueblo...
Dios estaba bañándose en su azul de luceros.
JUAN
RAMÓN JIMÉNEZ, Historias [para niños sin corazón].1914
a)Analicemos la métrica del poema:
El poema consta de ……versos ………………, por lo tanto, de arte.....
Riman en ………………dos a dos, por lo que son………………………. Su rima
es.......
b) Observemos su estructura:
Aunque este poema pertenece al género lírico, cuenta una historia, por lo que tiene también
un carácter …………………….. Esto hace que lo podamos estructurar en tres partes. Indica de dónde a dónde va cada una y resume debajo lo narrado en cada parte.
- Planteamiento con la presentación de los hechos (desde el 1º verso hasta el verso……):
- Nudo o desarrollo (desde el verso…. ):
- Desenlace (desde el verso…..
)
c) Explica el contraste entre el dramático
suceso que ocurre y la “actitud” de la naturaleza y de Dios.
d) Busca ejemplos en el texto de estas figuras retóricas:
Metáforas:
Personificaciones:
Comparaciones:
Adjetivos:
e) Indica tres
rasgos del dialecto andaluz que estén presentes en el poema. ¿Qué crees que
pretende el autor al incluir esta forma de hablar en el poema?
f)¿En qué etapa de la obra de este autor encuadrarías el poema leído? Justifica tu opinión de acuerdo con la teoría estudiada en clase.
Para escuchar la voz de Juan Ramón recitando sus propios poemas: ¡Haz clic!
RECORDAMOS A ZENOBIA CAMPRUBÍ
Juan Ramón estuvo casado con una mujer brillante sin la que su obra (como él mismo reconoció en infinidad de ocasiones) no habría podido ser la misma: Zenobia Camprubí, una escritora, traductora y lingüista que perteneció a la generación del 27. Entre otras cosas, fue ella la encargada de corregir todos sus textos.
Desde muy joven reivindicó una mayor presencia de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad; es por ello considerada como una de las pioneras del feminismo español.
Ya en el exilio, fue profesora de la Universidad de Maryland (EEUU), donde difundió la lengua, cultura y literatura españolas y desarrolló una intensa labor educativa en el ámbito de la filología, la literatura, el derecho y la cultura en general.
Leamos este comentario de la escritora Irene Vallejo sobre esta foto de la pareja Juan Ramón+Zenobia:
"Me detuve en la foto de Zenobia Camprubí y Juan Ramón Jiménez delante de un Ford gris, en 1929. Fue ella quien se presentó al examen y consiguió el carné de conducir. No hace falta aclarar que en aquella época era muy poco frecuente que las mujeres condujeran. Zenobia incluso se apuntó al club de automovilismo. Diariamente tomaba el coche y llevaba al poeta a dar paseos por la naturaleza.
Desde que se casó con Juan Ramón, se preocupó de ganar dinero para que él pudiera concentrarse en escribir. Era una mujer de recursos: realquilaba pisos que ella misma había decorado; abrió una tienda donde vendía bordados, puntillas, encajes y bolillos.
Cuando nombraron a Victoria Kent directora general de Prisiones, quiso impulsar una biblioteca circulante de prisiones. Fue una de las fundadoras del Lyceum Club Femenino, que tenía como objetivo defender los intereses de las mujeres y favorecer su incorporación a iniciativas artísticas, sociales, literarias, científicas. Allí organizó una guardería gratuita para niños de dos a cinco años de mujeres obreras.
En 1956, mientras ella agonizaba, Juan Ramón recibió la noticia de que le habían concedido el Premio Nobel de Literatura. Moriría siete días después. El poeta escribió en su discurso de aceptación: «Mi esposa Zenobia es la verdadera ganadora de este premio». Zenobia merece un lugar en la historia de nuestro país por derecho propio.
Desde aquí nuestro homenaje a la gran Zenobia Camprubí.
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