miércoles, 23 de septiembre de 2020

¡Recordamos a Antonio Machado!





                                  


Vamos a repasar momentos fundamentales de su biografía (en amarillo):


1. Nació en ………………………….en el año………………., en una vivienda del palacio………………………

 2. ¿En qué poema recuerda el patio de su infancia?

3. Su padre era abogado, periodista e investigador del ……………………………..Se le conoce con el pseudónimo de ………………………

4. Con ocho años se trasladó con su familia a …………………………. donde cursó estudios en La institución Libre de Enseñanza, una escuela progresista con el sistema de estudios más avanzado de la época.

5. Viajó dos veces a ………………………. con su hermano ……………………

6. En ……………………obtuvo una plaza de profesor de ………………………….en …………………………

7. Conoció allí a  su gran amor…………………………………..que sólo  tenía………años. Se casaron en……………….., cuando ella cumplió la edad……………

8. En 1910 viajaron a ……………………con una beca de estudios. Leonor
enfermó de…………………y murió en………………………en el año………………, ocasionándole una gran tristeza.

9. Después A. Machado se trasladó al instituto de………………………….y posteriormente a……………………Con la República en ……………le concedieron una plaza de catedrático en…………..

10. Conoció a otra mujer………………………………………………. que le inspiró muchos de sus poemas y cartas , a la que él llamaba…………………………..

11. Tras la guerra civil, huyó con su familia  al sur de ……………………..  . Murió en ………………., en el año……………Tres días después murió su ………………….

12. En sus Poemas de guerra, se incluye una elegía dedicada al poeta ………………………………. cuyo asesinato había conmovido profundamente a Machado.



Los últimos días de la vida de Antonio Machado

España, enero de 1939. Tras tres años de guerra, la mayoría de los escritores e intelectuales han sido asesinados, están presos en cárceles o campos de concentración franquistas o han huido a un exilio del que muy pocos volverán. Machado se había negado hasta el momento a abandonar España. Siempre creyó que su presencia en el país daba esperanzas a los que aún resistían. El gobierno republicano lo ha protegido a él y a su familia mientras ha podido, pero la guerra está prácticamente perdida y el poeta sabe que si se queda, su suerte puede ser la de tantos otros: la muerte o la prisión. Ante la inminencia de la victoria franquista, totalmente desmoralizado, decide finalmente abandonar el país con su familia, dirigiéndose en primer lugar a Barcelona como lugar de partida para llegar a Francia. 


Cuando llegan a la ciudad se la encuentran asediada por las bombas. Entre la confusión que invade las calles, la aviación de las tropas franquistas vuela una y otra vez sembrando el terror en sus habitantes. Las calles están llenas de cadáveres. Tanto Antonio como su madre están enormemente fatigados y abatidos. Habían planeado descansar un poco en Barcelona pero no les queda más remedio que abandonar rápidamente la ciudad. 

Durante el penoso camino de huida, la aviación persigue a los refugiados, ametrallando a la multitud de civiles que corren por las carreteras cargando con cestos y maletas en las que llevan lo que han podido recoger de sus casas.   Caminan de noche y duermen de día tratando de esconderse de los disparos de la aviación, bajo el frío, la lluvia y las balas.  Finalmente, la familia del poeta consigue llegar a la frontera y la cruzan a pie bajo la lluvia, junto al éxodo multitudinario de cuatrocientas mil personas que tratan de pasar a Francia entre el 26 de enero y el 10 de febrero de 1939.

Varios países habían ofrecido asilo político al conocido poeta, pero Antonio se resiste a abandonar a su madre. Machado tiene 64 años. Camina desaliñado, delgado y con la mirada perdida. Su madre, de 88, apenas comprende lo que está pasando.


[Descripción de la llegada de Antonio Machado hecha por Paul Combeau, un testigo de los acontecimientos]: 

“Huyendo de Barcelona, Antonio Machado y su familia pasaron la frontera el 27 de enero 1939 y no tenían nada con ellos. Habían tenido que dejar su equipaje, porque no se permitían pasar la frontera con bultos. La carretera estaba colapsada de automóviles y mucha gente cruzó a Francia como ellos, a pie bajo la lluvia. 

Antes de llegar a la frontera, alguien lo reconoció y les permitió pasar toda la noche en un vagón abandonado de tren. Al día siguiente volvieron a emprender la agotadora marcha y  a las cinco de la tarde llegaron a Colliure. No tenían absolutamente nada. Llovía intensamente. El poeta llevaba a su madre agarrada de su brazo.  Había perdido la cabeza y preguntaba a cada paso: "Antonio, ¿ya hemos llegado a Sevilla?, ¿cuándo llegaremos a Sevilla?

Entraron en el único hotel del pueblo y allí les recibió muy bien la propietaria, la señora Quintana, que era de origen español y acogía a muchos refugiados. Hay que decir que en la época, el Gobierno francés pensaba que entrarían 25.000 republicanos españoles por día, pero entraron diez veces más, 250.000 españoles al día y las autoridades francesas se vieron desbordadas por las dimensiones de la tragedia. Fue la gente de a pie la que de verdad se solidarizó con la desgracia de los españoles". 

La estancia de la familia Machado, en cualquier caso, sería dramáticamente breve en Colliure. El poeta pretende llegar a París en cuanto se reponga pero no saldrá de allí. El agotamiento y la tristeza lo han debilitado tanto que no puede salir de la cama. El día 18 de febrero se agrava su estado de salud y muere el 22. Tres días más tarde, le seguirá su madre. En el bolsillo de su chaqueta se encontró el último de sus versos escrito en un trozo de papel: "Estos días azules y este sol de mi infancia", en el que evocaba a Sevilla como ese paraíso perdido que siempre representó para él su ciudad natal.

Al entierro de Antonio Machado acudió el alcalde del pueblo, que se había enterado de que "era un poeta muy famoso". Le habían colocado una bandera republicana encima del ataúd que había bordado para él la dueña de una mercería cercana. Al acto acudieron soldados republicanos que estaban en un campo de refugiados cercano y que habían pedido permiso para poder rendirle el último homenaje. Se lo concedieron a doce hombres que, vestidos con el uniforme de la República, llevaron su féretro a hombros dando una vuelta por el pueblo hasta llegar al cementerio.  

El poeta habría querido un entierro civil y lo tuvo. Durante mucho tiempo, estuvieron enterrados en dos nichos prestados por una amiga de la señora Quintana, la dueña de la pensión.  Ni siquiera se pudo escribir su nombre, porque eran nichos provisionales. Se pensó que estaría allí poco tiempo pero no fue hasta el año 1958 cuando se hizo la tumba actual en la que reposan Machado y su madre. Fue el famosísimo artista francés Jean Cocteau quien denunció: “Un gran poeta español está esperando todavía su tumba”. Así que se organizó una colecta para brindarles una sepultura digna, en la que participaron los más importantes escritores franceses del momento; entre ellos  el célebre Premio Nobel de Literatura, Albert Camus. Su tumba en el pequeño cementerio del pueblo de Colliure, se ha convertido desde entonces en un lugar de peregrinación al que acuden todo tipo de personalidades a presentar sus respetos al poeta, que siempre fue definido por quienes lo conocían como un hombre sabio, recto, profundamente ético, un hombre bueno.

La polémica

Desde la llegada de la democracia no se termina de cerrar el debate sobre  si conviene trasladar a España los restos de uno de los más grandes poetas, pensadores e intelectuales de nuestra historia (a quien muchos años después de su muerte, el Franquismo expulsó de manera póstuma de su cátedra como profesor de instituto).

Muchas voces los reclaman para Madrid o para Andalucía. Pero también abundan quienes piensan que Antonio Machado está donde debe, porque allí su sencilla lápida se ha convertido en un símbolo del horror de nuestra historia reciente, un recuerdo en homenaje a todos esos españoles que lucharon por la democracia y también murieron en el exilio.

En su lápida se pueden leer sus versos: “Y cuando llegue el día del último viaje y esté al partir la nave que nunca ha de tornar, me encontraréis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo, como los hijos de la mar”.



Aquí puedes ver el tráiler de este documental biográfico sobre el poeta sevillano Antonio Machado: ¡Haz clic! 

Un pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla


¡LEAMOS SUS POEMAS!

"La saeta"

 ¡Oh, la saeta, el cantar

al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!


¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!

 ¡Cantar de la tierra mía,

que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!


¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!


- Realiza un análisis métrico completo de la estrofa subrayada.


"A un olmo seco"

 

Al olmo viejo, hendido por el rayo 

y en su mitad podrido,

con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verdes le han salido.

El olmo centenario en la colina...
Un musgo amarillento
le lame la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento. (...)

 

Antes que te derribe, olmo del Duero,

con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta.

Antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.

Mi corazón espera
también hacia la luz y hacia la     vida,
otro milagro de la primavera.


- ¿En qué parte del poema comprendemos por qué le ha emocionado al poeta la contemplación del olmo seco?, ¿por qué se ha sentido identificado con él?


"El mañana efímero"

La España de charanga y pandereta,
cerrado* y sacristía,                              [espacio para la práctica del toreo]
devota de Frascuelo* y de María,         [famoso torero del siglo XIX]
de espíritu burlón y de alma quieta,
ha de tener su mármol* y su día,           [debe morir]   
su infalible mañana y su poeta. (...)

 

Esa España inferior que ora y embiste,

cuando se digna usar de la cabeza,
aún tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras.
Florecerán las barbas apostólicas,
y otras calvas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas. (...)


 Mas otra España nace,

la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea. 


- Te he señalado en azul la parte del poema que describe a una de las dos Españas que identifica Machado y en morado la otra. De acuerdo con lo que has leído, trata de explicar cómo serán cada una.

- ¿Qué características de la poesía de Antonio Machado ves presentes en el poema?


"Retrato"

 Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,        
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero. (...)
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago                             
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.
Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,                       
casi desnudo, como los hijos de la mar.
- ¿Con qué clase social se identifica en este retrato el poeta?
- El poema es un autorretrato. ¿Crees que puede haber personas que al leerlo se sientan identificadas con estas palabras de Machado?

"Caminante no hay camino" 

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.

- ¿Qué características de la poesía de Antonio Machado ves presentes en el poema?

- ¿Qué tópico literario podemos ver reflejado en estos versos?

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